domingo, 12 de octubre de 2008

¿JUSTICIA?¿IGUALDAD?¿VIOLENCIA?


Primero debo pedir perdón por estar unos días sin escribir. Cuando algo me afecta, prefiero esperar un poco y calmarme y luego, escribir intentando tener las ideas más claras. Cuando me encuentro con alguna injusticia, pasa algún tiempo hasta que consigo tomar aliento y pensar con claridad y vehemencia. Pero últimamente es tan difícil, que explotar es más fácil que pensar.

Tengo una amiga, la llamaré "Ana", que durante el largo tiempo que duró su noviazgo, jamás pensó que se casaba con un indeseable. Tan solo diez días después de la boda (en plena luna de miel, más bien hiel), la echó de casa y ésta estuvo una semana durmiendo en el coche. Todas las mañanas la despertaba con un toque en la ventanilla y acto seguido la escupía. Poco tiempo después, Ana se queda embarazada. Este energúmeno no tiene otra fantástica idea que pedirle que abortara. Por supuesto Ana no lo hizo y continuó adelante con su embarazo a la par que con los insultos diarios y vejaciones de su marido. Durante cuatro años el calvario de Ana se hacía más intenso. Malos tratos y amenazas eran su pan de cada día. A todo esto su familia, al principio, no saben nada. A Ana le da mucha vergüenza además del miedo y el sentido de culpabilidad. Ella está convencida que es culpable de todo lo que le pasa y llega a pensar que merece esos castigos. Una de las veces tiene fuerzas para denunciarle y presentar un extenso parte de lesiones. Pero él le llora y le promete que no volverá a ocurrir, como hace siempre, pero esta vez es detenido y claro, ahora hay una personita por la cual se la puede chantajear. "Retírame la denuncia o te pongo a ti y a tu hija en la calle" "Retírame la denuncia o te mato"son las lindas palabras que este pedazo de carne con ojos es capaz de dedicarle a Ana y, para más inri la familia del personaje, igual de indeseables o peor que él.

Un calvario que aquí no puedo expresar con detalles, pero si en el libro que estoy escribiendo sobre los malos tratos que han recibido personas que están en mi entorno: dos mujeres y un hombre. Título: "Todo lo tuyo es mío... hasta tu persona".

Pero y la "Justicia". Han pasado siete meses desde que Ana salió una noche de madrugada, con su hijita de 17 meses en brazos, un bolso con cuatro cosas de la niña, lo puesto y las llaves de su coche. Todo esto después de pasarse, ella y su hija, durante mucho tiempo encerradas en su cuarto cuando escuchaban que el tipo llegaba a casa. Esa noche a las dos de la madrugada, no pudo soportar más escuchar sus insultos, intentando romper la cerradura de la puerta y pidiéndola que cumpliera con sus obligaciones maritales. Abrió la puerta de golpe y echó a correr escaleras abajo con su hija en brazos, subió al coche y desapareció todo lo rápido que pudo.

En cuanto pudo solicitó abogado de oficio para iniciar los trámites de separación e intentar que le devolviera sus pertenencias y las de la niña. Durante siete meses el indeseable no se ha preocupado para nada de su hijita, ni una sola llamada. La abogada que le ha tocado, toda una pieza. Según tenemos entendido, cuando hay una situación de malos tratos, lo primero es denunciar. Pues la letrada en cuestión no activa en ningún momento el protocolo de malos tratos: Denunciar los hechos ante la policía, ayuda psicológica para Ana y su hija, etc.

Todo es un tinglado de juzgado y a esperar. Además ésta se equivoca en a dirección del indeseable y los trámites se paralizan. Mientras Ana llora por cualquier cosa, es incapaz de tomar decisiones, desea morirse, sobreprotege a su niña y cada día es más pesado para ella. Ana con la ayuda de varias amigas se dirigue al Centro de la Mujer de su zona y es ahí donde la aconsejan denunciar para que el proceso se active y se tomen medidas ya y además se solicita ayuda psicológica para ella y para su niña. En la Guardia Civil, cuando va a denunciar, le dicen asombrados que como no denunció su situación antes. Resumiendo: Detienen a su marido y automáticamente se fija un juicio para determinar que le devuelvan sus cosas y fijar la manutención de la niña.

Pero la señora abogada asignada se molesta mucho por todo ello y hace sentir culpable a Ana de la detención del "pobre hombre", así lo califica la "letrada lumbreras". Que tenía que haber esperado, que no tenía que haber denunciado, que, que que... ¡POR FAVOR!

Y yo me pregunto: ¿A quién está haciendo culpable?, ¿Qué le pasa a las mujeres abogadas?, ¿la profesión está por encima de la razón?, ¿debe haber una desgracia para actuar?...

Le voy a decir una cosita a esta "letrada lumbreras" y añadiría "desconsiderada" por no llamarla cosas peores (esas me las reservo): Ana está destrozada, no tiene un rumbo fijo, llora por nada, no se concentra, no ve futuro a su vida, se mantiene viva por su hija, porque no quiere que caiga en manos de ese energumeno que le ha tocado por padre, vive con sus padres y lo normal sería vivir su vida con su hija... En definitiva un indeseable ha arruinado la vida de Ana, pero además una mala abogada sin corazón, un sistema que sólo funciona cuando hay muerte y una justicia hipócrita que solo actúa en aquello que le da publicidad y bombo. Ah, y claro está si se tiene dinero se puede comprar abogado y ¿justicia?

Qué pena de vida.

Suerte Ana, amiga mía.

viernes, 3 de octubre de 2008

Saludo de bienvenida




Hoy día 3 de octubre de 2008, he creado mi blog con la intención de escribir todas a quellas inquietudes, injusticias, realidades, alegrías e incluso tristezas..., pero deseando que esta pequeña ventana sea utilizada por todo-a aquel que lo desee.
Para empezar contaré algo de mi. Me apasiona escribir, es algo que necesito casi como respirar. El tiempo y las obligaciones muchas veces no me lo permiten, pero intento buscar la manera de hacerlo y te invito a ti a que lo hagas. Me gusta la música, el mar, la luna y en definitiva la naturaleza entera. Algo que detesto enormemente es la injusticia, pero aún más la pasividad de verla y no intentar arreglarla. NO CREO EN LA JUSTICIA, porque a lo largo de mi vida lo he podido comprobar y, hoy lo sigo comprobando día a día. Por ello emprendo esta lucha. Diré siempre lo que pienso, ahora bien, uno de los valores que más defiendo es el RESPETO, y así me voy a expresar. Es por ello que espero hagáis lo mismo. Siempre he pensado que lo importante no es decir las cosas sino como decirlas. Muchas gracias a tod@s.