domingo, 11 de julio de 2010

VOCES CON ALAS


Llegó el gran día y con la primera luz del alba, las aves, elegirían a su líder.

El canto del Gallo Morfeo indicó el comienzo de los propósitos, acto que se celebraba cada año en la ensenada sur. Tras el canto anunciador, se hizo el silencio y solo se escuchó el ruido de las débiles olas al romper en la playa.

El Gallo Morfeo comenzó su discurso:

-Señoras y señores, hoy es el gran día. Hemos recibido a ocho candidatos. Cada uno de ellos hará sus propósitos y al acabar votaremos para elegir a nuestro “Ala Mayor”. Empieza exponiendo sus propósitos Águila Teresa.

El Águila Teresa, muy elegante, orgullosa y tiesa comenzó su discurso:

-Yo propongo, vigilar desde los cielos a especies amenazantes. Compartir la caza con los más débiles y sobre todo no atacarles. Haré de transporte para las pequeñas especies para que puedan llegar a los lugares más difíciles, utilizando mis garras muy suavemente…

De pronto se escuchó una voz de fondo:

-Sí, para luego zampártelos a gusto, lista.

Todos se rieron demostrando así la conformidad al comentario anónimo. El Gallo Morfeo se enfadó y les pidió que guardasen silencio. El Águila Teresa algo incómoda y sonrojada por el comentario añadió:

-Eh, ¿por dónde iba? Ah, síPues eso: propongo seguridad y alimentos.

El Gallo Morfeo con una risilla traviesa, continuó.

-Bien Teresa, muchas gracias. Es el turno del Cóndor Luis Gabriel.

De pronto se abrió paso el cóndor entre los asistentes y todos le miraron con asombro. Era muy alto, sin plumas en su cabeza, lo cual realzaba así su seriedad y altanería.

-Yo propongo acoger a todas las especies de aves migratorias desde el primer día, ayudarles a convivir y ofrecerles nuestra ayuda. Cuando yo llegué a este país me sentí muy solo y gracias a vosotros he podido integrarme. Algunos –y aquí señala al grupo de las águilas y los buitres- me acusaron de venir a robarles el alimento, el trabajo… pero los demás me hicieron sentir bien.

Se escucharon aplausos entre la multitud. El Cóndor Luis Gabriel abandonó el estrado muy orgulloso de su discurso.

-Es el turno de la Lechuza Paca anunció el Gallo Morfeo. Por favor Doña Paca sea breve.

La Lechuza Paca tenía fama de parlanchina y era raro no quedarse dormido con sus historias nocturnas.

-Yo propongo trabajar mientras los demás duermen en vez de hacer ganchillo pero, eso , considerando que el trabajo nocturno es más agotador que el diurno, a cambio daré puestos de trabajo a varias amigas mías que se pasan el día cotorreando, y así mantendrán la ciudad limpita y al amanecer todo estará como los chorros del oro. Además…

-Señora Paca, es suficiente, creo que todos la hemos escuchado y entendido añadió el Gallo Morfeo, algo cansado del argumento de la lechuza. Los asistentes suspiraron aliviados a la intervención del Gallo Morfeo-. Es el turno ahora de la Cigüeña Clotilde. La cigüeña, con pasos lentos y firmes se acercó y propuso:

-Yo propongo aumentar el índice de natalidad haciendo buen uso de la fama que me precede. Aumentaré las ayudas a las madres y facilitaré que los padres cuiden de sus bebés mientras las madres trabajan y así acabaré con las desigualdades existentes. ¡Arriba las madres!

Se escucharon unos gritos femeninos a favor de la cigüeña, la cual abandonó el estrado elevando su largo pico en señal de orgullo y satisfacción.

-Gracias Doña Clotilde. Es el turno del Palomo Alfredo.

El palomo se acercó con su buche muy hinchado y mirada abstraída, haciéndose el interesante.

-Yo…, ejem, yo propongo construir nuevos nidos y arreglar los que están en ruinas, y hacer de nuestra comunidad un lugar agradable para vivir y de grandes familias.

A cambio recibiré alimentos en contribución al bienestar de la comunidad. Se escuchó otra voz a lo lejos que manifestó a gritos: Así podrás engordarte el buche, bribón”. Los asistentes rieron a carcajadas y sonaron los aplausos a la vez que gritos de “¡Fuera! ¡Fuera!”. El Gallo Morfeo calmó a los asistentes haciendo abandonar el estrado al palomo.

-Tranquilidad, que aún quedan candidatos y las votaciones. Es el turno del Mirlo Gustavo.

El Mirlo Gustavo, con sus aires de banquero, se había creado una buena posición con todo aquello que se adueñaba, ya fuera brillante o no.

-Yo propongo unirme a la propuesta del Palomo Alfredo, ofreciendo préstamos de cosas que he ido acumulando. En caso contrario me quedaré con el nido, cosa que no ocurrirá, ya que a más familias, más ganamos todos…

De nuevo los abucheos y los gritos le obligan a abandonar su discurso. El Gallo Morfeo suspira cansado y piensa: “Esto se está poniendo feo”. Aun así contin.

-Vamos a intentar poner un orden, tranquilizarnos, que se nos hace de noche. Es el turno de Gaviota Onofre.

-Bien, yo propongo hacer honor de mi antepasado Juan Salvador y hacer un llamamiento a la libertad y a la eliminación de fronteras. Crearé un ejército de paz, que vigile sin atacar. Que colaboren allí donde hay catástrofes. Irán armados con piedras para intimidar y sólo harán uso de ellas si es necesario.

De pronto se escuchó una vocecilla muy lejana y algo tímida que, entre balbuceos, logró decir: ¿Para qué necesita armas un ejército de Paz…?”. Es Tatiana, una gorriona adulta y la última candidata. El Gallo Morfeo la animó a subir y la presentó a los asistentes.

-Yo propongo ser cada día mejores, salir a trabajar, proteger a nuestras familias, aceptar a otras especies y ofrecerles nuestra ayuda, hacer turnos para que todos podamos descansar, enseñar con paciencia y sabiduría a las nuevas generaciones, escoger en libertad nuestros nidos y reconstruirlos. Hacer de nuestro hábitat un lugar pintoresco y cuidado. Con esto quiero decir que sigamos siendo animales. El error sería parecernos a los humanos.

PAZ MONZÓN